Os dejo esta Carta al Director publicada hoy en el diario IDEAL de Granada:
ATRIO DE LA ALHAMBRA
Lo que bien sabemos todos, y en este caso usaré la definición
del historiador belga Henri Pirenne, “La ciudad medieval es una comuna
comercial e industrial que habitaba dentro de un recinto fortificado, gozando
de una ley, una administración y una jurisprudencia excepcionales que hacían de
ella una personalidad colectiva privilegiada”.
Nuestra querida Alhambra, como ciudad palatina bien se podría
enmarcar dentro de esta definición, y por mera lógica y conocimiento, si hay
fortificación hay puertas.
La puerta no es solo quicio de entrada. En ella se han
establecido miles de relaciones a lo largo de los tiempos y siempre ha gozado
de fuerte simbolismo. Las puertas, tan estáticas siempre, no dejan de hablarnos
de un ir y venir, porque siempre hacen referencia a lo peculiar, a lo distinto
del espacio al que dan acceso... habiendo también un curioso e interesante matiz:
puerta y umbral van unidos pero no son lo mismo; en ninguna cultura se mezclan
una y otro: la puerta apunta, en efecto, al dinamismo del transeúnte, mientras
que el umbral es el que tanto le informa de las cualidades de ese espacio como
pone los cimientos, de esos rasgos que hacen único el lugar (ése es el motivo
por el que Jano, dios de los umbrales en la mitología latina, tuviese el alto
rango que tenía).
El tiempo pasa, y “la puerta
a las ciudades” va mutando de forma. Hubo una época, en que las mismas
estaciones de tren simbolizaban ese lugar de entrada y es por ello por lo que
se monumentalizan. Hoy en día, con la llegada del automóvil, las mismas se
difuminan y en algunos casos son meras rotondas que alcaldes y demás intentan
“monumentalizar” de miles de formas. Hay puertas, pero no umbrales.
Volviendo al tema Alhambra, no conozco aun a ningún granadino
que no quisiera que el turista accediera a la misma desde la ciudad, pues
conllevaría muchos beneficios y no solo eso, es la forma más bella de
aproximarse a nuestro espectacular monumento. Pero desde el momento en que se
construye en la ladera roja un parking de más de 500 plazas de garaje con una
extensión superior a los palacios nazaríes…
Gracioso seria, y ahora que esta tan de moda lo griego, que
en Atenas se construyeran plazas de aparcamiento a escasos metros del Partenón…
porque poco más de la ciudad, irían a
ver los miles de cruceristas que viajan por las islas griegas.
Dicho esto, este escrito viene a colación de la polémica
suscitada en estos momentos en Granada por el proyecto “Puerta Nueva” de los Maestros
Siza y Juan Domingo. “La Alhambra no es una creación ideal anclada en
el medievo, sino un paisaje vivido, interpretado y, por supuesto, modificado a
lo largo de la historia”
Con el modelo actual de “Alhambra” que tenemos, no podemos
dejar que la “Puerta de entrada” a la misma de los miles y miles de personas
que llegan a nuestra ciudad sea el pabellón actual, pues es ya altamente insuficiente
en todos los aspectos, puede servir de puerta con gran dificultad, pero no de
umbral.
Evidentemente nunca llueve a gusto de todos. Seguro muchos
dirán que la pirámide de cristal del Louvre es un pastiche al lado del palacio
clásico… Pero este no es el caso, conociendo bien el proyecto y la sensibilidad
de ambos.
Evidentemente soy consciente de que esta obra parte de una
necesidad que hemos creado entre todos. Y a modo irónico cito una frase de un
texto clásico árabe:
Saul Meral
Arquitecto y Paisajista