Aqui os dejo mi ultimo articulillo de opinion publicado hoy mismo en el diario Ideal.
Arriba y abajo
Se ha estado hablando en los últimos meses, de
la posibilidad de conectar nuestra Alhambra a
la ciudad mediante algún artilugio mecánico. Meses atras se hablaba de
un ascensor, ahora de un funicular…
Nos dicen que favorecerá la
bajada del monumento a la ciudad aumentando así el número de
pernoctaciones, puede que sea posible.
Yo soy de los que opina que la
mejor forma de discurrir ese camino es a pié, y es lo que más se debería potenciar.
No conozco paseo más bonito que la subida a ella por la Cuesta de los Chinos,
uno de los lugares más “vírgenes” y encantadores de nuestra ciudad. ¡Seria
contra-natura meter un funicular por este recorrido! ¿A qué mente brillante se
le ha ocurrido dicha idea?
Leyendo últimamente a nuestro
querido Ganivet, en su magnífica obra “Granada la bella” (la cual debería ser
de obligada lectura para todo aquel que pretenda gobernar en nuestra ciudad) el
maestro nos dice:
“Nada de proponer nuevas construcciones, sabiendo como sabemos todos,
que no hay dinero, y lo que es peor, que no hay buen gusto. Quedémonos en la
dulce interinidad en que vivimos, y aprovechemos este reposo para ver claro,
para orientarnos, para tantear nuestras fuerzas…”
Pero entiendo que si el interés
social y económico incita a actuar sobre este posible problema, búsquense
alternativas que no generen conflicto.
Como dice el dicho, “todos a
una!!”, que así es como se consiguen las cosas.
En referencia al ascensor del que
se habló hace unos meses: ¿Aun no nos hemos dado cuenta que trabajar bajo
tierra es muchísimo más caro? ¿No sería
mucho más interesante, buscar algo más económico, dada la situación en que se
encuentran las arcas en este País y en nuestra ciudad?
Pero señores, ¡que un teleférico
como pretende ahora tampoco es una alternativa que se pueda denominar
“económica”!.
Caímos en el error con nuestro
querido metro. El hecho de soterrarlo por el Camino de Ronda, aumentó tanto el
precio de la obra, que seguramente si hubiera ido por arriba ya se hubiera
terminado. Pero bueno, eran otros tiempos y el dinero sobraba a espuertas. Hoy,
es evidente que no nos encontramos en la misma coyuntura.
¿No sería más fácil de
implementar, más bello, muchísimo más sencillo y económicamente más rentable, realizar
el recorrido mediante un tranvía que discurra por la cuesta Gomerez, con punto
de partida Plaza Nueva?
Parece que aquí nuestro Consistorio
tiene un miedo atroz a esa palabra: “Tranvía”, mientras hay ciudades como
Lisboa que hacen gala de ello, siendo este medio, una atracción en sí mismo más de la ciudad.
Puede ser un bello paseo, donde
al ser por superficie, la gente puede disfrutar el recorrido teniendo la
posibilidad de ir fotografiando el paisaje. Aún no he subido yo en ascensor
tal, que la subida no me ponga algo nervioso, si subo con gente desconocida.
Hay que buscar alternativas
económicas, si creemos que el proyecto lo merece, pues no creo que sea necesario soluciones de tanto coste. Ni
Volar ni excavar es barato.
Volviendo a parafrasear a
Ganivet: “Lo costoso es lo enemigo de lo Bello, porque lo costoso es lo
artificial de la vida”.
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