lunes, 24 de diciembre de 2018

Cuento de Navidad: "El Pájaro mágico de Granada"


El pájaro mágico de Granada

Existe en Granada un lugar mágico. Uno de los pocos parajes que aún nos ha llegado del tiempo de las hadas y los elfos, y que sigue casi intacto. 
Aunque pocos son los que conocen su secreto, si paseas por él, puedes ver pistas de lo que fue y es aún.

Hace muchos muchos años, cuando la tierra estaba habitada por seres mágicos, un trocito de Granada era increíblemente especial. De allí, brotaba un manantial hechizado, agua que daba propiedades únicas a los seres que allí vivían. Animales que hablaban y cantaban como los hombres, gnomos, elfos y gigantes vivian cerca de él, e incluso los reyes magos de oriente, lo utilizaban como una de sus paradas obligatorias a la hora de recargar fuerzas en su viaje de Navidad.

Con el paso del tiempo, y el dominio de los humanos de la tierra, la ciudad de Granada se fue colmatando de casas. Los hombres, construyeron por su alrededor, pero una fuerza especial hizo que aquel lugar se conservara. La leyenda de lo que fue aquel emplazamiento se fue perdiendo con el paso de los siglos, y donde brotaba aquella agua especial, se hizo una fuente. Fuentenueva le llamaron los humanos.

Aunque los hombres no conocían su poder, el lugar conservó algunas de sus propiedades, y es por ello que sobrevivió a la aglomeración de casas y pisos, quedando como uno de los pocos reductos verdes dentro de Granada. Y aún sigue con algunas de aquellas cualidades mágicas, pero los ojos de los hombres no están preparados para verlas. Hay que mirar muy muy bien lo que allí ocurre, sobre todo, por las noches.

Somos muy pocos los ancianos que conocemos la leyenda. Allí, al llegar las noches de luna llena, salen gnomos y seres fantásticos, aunque cada vez queden menos, pero no pueden abandonar lo que queda de jardín. Aquello que en su día fue un frondoso bosque.
Se dice que, si lo abandonan, aquellos seres se convierten al amanecer en lo primero que toquen.

Entre las piedras que hay en él, aun podemos observar algunos seres muy muy antiguos e incluso el cuerpo de un gigante que en su día intentó salir de allí.
Pero hubo uno que casi lo consigue. Un pequeño gorrión mágico que hablaba y cantaba como los ángeles, cansado de no tener ya a nadie con quien hablar esas pocas noches, intentó engañar a la profecía. 

La noche de navidad del año 2010, salió volando intentando no tocar nada, pensaba llegar a Irlanda, país donde un pequeño duende le había contado que aún quedaban bosques donde ellos podían vivir en libertad, pero muy pronto se cansó y quiso volver a casa, no contaba que, para llegar allí, necesitaba una fuerza en las alas con la que él no contaba. Con muy pocas energías ya, se posó en un banco cercano al jardín y allí quedó, transformado en lo primero que tocó. En el frio metal que es el hierro fundido. No obstante, hay quien dice, que algunas noches de luna llena se le oye cantar maravillosamente.

Cuenta también la leyenda, que aquel que encuentre el pájaro y le frote el pico, si no es de Granada volverá a ella otra vez y si es de nuestra ciudad, le concederá un deseo.


Le fou andalou.

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